Hoy día, sobre el 70-80% de todo el tráfico de correo electrónico a nivel global es spam, lo que significa que la protección antispam en los sistemas de correo es absolutamente imprescindible.
La mayoría de los mensajes spam consisten en anuncios publicitarios, de productos y servicios específicos, que suelen ser aquellos en los que los usuarios están más interesados. Además, son originarios del mercado negro, por lo que el spam es una actividad fraudulenta en doble sentido: por el medio que utiliza (correo no deseado) y el origen del producto y servicio que se ofrece (como falsificaciones de marcas).
Luego están los correos que suponen directamente un fraude, por ejemplo solicitando a los destinatarios que proporcionen sus datos bancarios. Este tipo de correo se conoce como scam (estafa). Y dentro de estos tenemos los conocidos como phishing (suplantación de identidad), en los que el remitente se hace pasar por una entidad legítima, como por ejemplo un banco.
Otro tipo de fraude son las cartas nigerianas, en las que el spammer cuenta una historia intrigante de millones de dólares que ha adquirido legal o semi-legalmente, y que no puede hacer efectivo en su país por la inestabilidad política, por lo que pide la colaboración del destinatario aportando los datos de su cuenta bancaria.
En cuanto al contenido, aproximadamente el 50% del spam corresponde a las siguientes categorías:
- Contenido para adultos
- Salud y Medicina
- Tecnología de la Información
- Finanzas personales
- Educación y entrenamiento
Las mejores técnicas para defendernos del spam son el sentido común (no hacer caso de comunicaciones sin sentido o de remitentes desconocidos) y herramientas informáticas adecuadas: filtro antispam a nivel de servidor web y antivirus actualizado en el ordenador u otro terminal.